El plástico es uno de los materiales más utilizados en la vida cotidiana, pero también representa una las principales fuentes de contaminación. Prueba de ello es que tan sólo en México se producen al año 100,000 toneladas de envases de Polietileno Tereftalato -mejor conocido como PET-, y apenas se recicla un 20%.
Frente a esta realidad, la reutilización del plástico se
convierte en una atractiva oportunidad de negocios. ¿Por qué? Según datos del
Centro Empresarial del Plástico, en el país sólo existen 50 micro y pequeñas
empresas dedicadas a esta actividad. Y estos negocios no son suficientes.
Uno de los procesos de reutilización del PET es el
rotomoldeado, que permite que el material conserve todas sus propiedades. Así,
con el producto reciclado se puedan fabricar artículos huecos de cualquier
tamaño y de una sola pieza como tinacos, casas para mascotas, macetas,
juguetes, ceniceros, bases para computadora, mesas, sillas y camas.
¿Algo más? También se pueden construir casas, como lo hace la compañía mexicana Avelop, dedicada a la fabricación de láminas de plástico que se utilizan como techumbre. Sólo en la construcción, el plástico es un buen sustituto de materiales como la fibra de vidrio, madera, acero y concreto, y a costos más bajos.
Pero no sólo eso. Con el PET se pueden fabricar envases para
refrescos, sandalias y suelas de zapatos, tuberías, películas transparentes,
fibras textiles, envases al vacío, bandejas para microondas, cintas de video y
audio, entre otros muchos productos.
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